Imprevistos + 30 buenos minutos

| Iñigo Pacheco | INF Fem. Especial
El partido del sábado comenzó antes de lo previsto, problemas de horarios; consecuencia, comenzamos el partido sin calentar, sin digerir la comida y sin asimilar que ya jugábamos; el Alcudia nos paso por encima, 9-29, gracias a su juego, a nuestras pérdidas de balón, 17.

Después, creo jugamos los mejores 30 minutos de lo que va de temporada, llevando el partido a lo esperado, uno arriba, uno abajo; si bien, factores emocionales nos impidieron sacar más partido de nuestro trabajo; demasiada ansiedad, traducida, por ejemplo, en el caso de Laura, en tiros precipitados, en el caso de Irene, insistir en el pase asistencia de 20 metros.

El equipo trabajo mucho y bien en defensa, pese a los problemas en calle central, equilibrando el balance de recuperaciones y pérdidas, del –11 del primer cuarto al – 12 al final del partido.

En ataque, no sacamos provecho de 6, 7 ocasiones de 1 x 0, ni de otras tantas con superioridad, en transición, malogradas por la falta de precisión en los pases, con todo el equipo mostró un buen tono ofensivo.

Conclusión, creo que vamos en el buen camino, que no tendremos que esperar a la segunda vuelta para comenzar a ver resultados externos, siempre y cuando aprendamos a jugar más con la cabeza; el sábado, sin ir más lejos, seguro que habríamos apretado el resultado.

Nos vemos en Porreres

NOTA ADICIONAL

Creo que el deporte en edad escolar, y en cualquier edad, pero sobretodo en edad escolar, debería estar presidido por el fomento de la convivencia, la disciplina, la educación, el respeto a todos sus participantes, el trabajo y la solidaridad.

El recordatorio anterior viene al caso de los inapropiados incidentes protagonizados el sábado entre un grupo de padres y la entrenadora del Infantil Masculino B, (ya de paso, sirva la llamada general respecto a las airadas protestas a los árbitros), que no responde a ninguno de los valores antedichos; madres y padres, yo el primero, en determinadas ocasiones no somos un buen ejemplo para nuestros hijos, no esperemos a las tradicionales campanadas de Nochevieja para comenzar con los propósitos de enmienda.