Un chocolate espeso aclarado por Irene y Cia.

| Iñigo Pacheco | INF Fem. Especial
Mea Culpa

El partido no discurrió por los cauces previstos; fiándome del resultado del CIDE de la semana pasada, presumí que podríamos apostar por una salida fuerte, y jugar con un equipo de primer año en el segundo cuarto, buscando que jugadoras que todavía andan algo despistas, le cogieran el aire a la categoría, dieran un paso adelante, sin la presión del marcador.

El partido

El partido fue espeso, intenso, muy complicado, pese al prometedor inicio, 6-0 en el minuto dos, 11-4 al final del primer cuarto, si bien, el 5 de 18, ya reflejaba claramente que no era nuestro día en el tiro, si bien 6 rebotes de ataque nos daban vidilla.

En segundo cuarto el CIDE subió líneas, poco a poco nos fuimos encogiendo, hasta 17 pérdidas de balón, de hecho cada nueva jugada se convertía en un calvario para las chicas. Con todo, las chicas no bajaron los brazos en defensa y el descanso reflejaba una igualdad a 13. Tras apurar el tiempo muerto en el minuto 5, no me he sentido más impotente en la banda desde que volví a reengancharme a esto del baloncesto.

El tercer cuarto nos sirvió para respirar, aunque seguíamos sin ver aro, cinco minutos sin anotar. En los últimos cinco, un parcial de 13-4, currado desde la defensa y a un ataque más alegre y colectivo, con anotación de cuatro jugadoras, nos devolvía el mando del luminoso.

El último cuarto fue eterno. Tras un inicio falto de energía, reconozco que moví el banquillo con miras a atar el partido, acción que traiciona el principio del resultado externo, aunque el año pasado, tras el partido de Andratx, ya aprendí que las jugadoras necesitan de resultados para convencerse de su buen trabajo.

Claves

De entre todas, destaca la exhibición de Irene, líder generosa, supliendo la falta de acierto o biorritmo de alguna de sus socias habituales; los 170 puntos de valoración son fruto de 12 puntos, 16 rebotes, 12 recuperaciones, 6 asistencias y 12 faltas recibidas, y siempre jugando por y para el equipo.

Evidentemente, una jugadora no juega sola, quiero destacar el trabajo de Maria durante los 30 minutos que estuvo en la pista, pegándose con las torres contrarias, 10 rebotes, ofreciéndose en ataque, más allá de los 48 puntos de su valoración. En el tercer cuarto, Carla, 32 de valoración, y Laura, 58 de valoración, aparecieron en ataque, si bien las dos deben ser conscientes de que no se puede vivir solo del tiro exterior, hay que ser más agresivas. Así como el debut de una Mª Antonia, cabezota y medio coja, que comenzó a ayudar al equipo, 8 rebotes, hasta los 53 de valoración.

Y, por último, quiero destacar el gesto de Carmè, que consciente de la importancia de los últimos pasos, se disculpó ante sus compañeras. Gracias Carmè.

Dos Detalles

Lo que ocurrido en el segundo cuarto es una lección para todos, jugadoras y entrenador.

En ataque pecamos de falta de agresividad, nos falta atacar atacando, ambos equipos cometieron 21 faltas, el CIDE lanzó 13 tiros libres más.